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1. Un líder es una persona común y corriente con ciertas cualidades dadas por Dios.
2. El líder se hace--no nace: La idea de que el líder nace ha impedido que muchas personas desarrollen sus habilidades para llegar a ser líderes.
3. El líder es Cristiano: Esto significa que él/ella ha obedecido el evangelio de Jesucristo y comprometido su vida al servicio de Cristo y su iglesia. Busca ser como Cristo en cada acción o actitud.
4. Es un hombre o una mujer dedicado: Es dedicado a su familia, trabajo, actividades de la iglesia, y sobretodo, a Cristo Jesús y sus mandamientos. No toma su rol de liderazgo a la ligera.
5. Tiene un sentido profundo de responsabilidad: Sabe que debe a sus seguidores el cumplimiento de cada asignación que ha aceptado llevar a cabo. Estas son cumplidas porque el/ella cuida del trabajo del Señor.
6. Siente un sentido de urgencia: Se da cuenta de la necesidad de hacer evangelismo y de hacer el bien a todos los hombres (Marcos 16:15,16; Gal. 6:10). El trabajo debe ser hecho con urgencia porque se habla de ganar almas para la eternidad, "hoy es el día de salvación".
7. Termina lo que empieza: Sabe que un buen inicio no es suficiente. Es el completar lo que cuenta. El terminar lo que se inicia es esencial al liderazgo dinámico - especialmente en una época en que la gente "arrastran los pies" en muchas áreas.
8. Es una persona de convicción: Sabe lo que cree y porque lo cree (1 Pedro 3:15). No es llevado(a) para arriba y para abajo por "cada nuevo viento" que sopla cerca. Comunica sus convicciones en un espíritu de amor.
9. Es una persona "que esta al frente": Sabe que no puede dirigir quedándose atrás de la gente. Debe estar al frente mostrando el camino, dando la dirección y ayudando a otros a seguirle a la victoria.
10. Es una persona con una actitud positiva: Sabe que es la suma total de sus pensamientos (Prov. 23:7). Rechaza el pesimismo y la derrota que este trae a su vida y las responsabilidades de liderazgo. Cree que puede lograr todas las cosas "a través de Jesucristo".
11. Es una persona que ama la gente: Esto incluye a los rebeldes y difíciles de amar, como a los fáciles de amar y amables. Ha aprendido que la clave para amar aun sus enemigos es amar a Cristo primero.
12. Es una persona llena de deseos: Quiere, sobretodo, que la iglesia progrese en cada área posible. Este es su sueño y su oración constante. Siempre esta compartiendo sus metas con otros para lograr entusiasmarlos al trabajo y a su logro. Un líder sabe que nada se hace sin un sentimiento profundo de querer lograrlo.
13. Es una persona de control propio: Constantemente trabaja en las gracias cristianas en su vida diaria (2 Pedro 1:5-7). Ha conseguido la victoria o está trabajando en conseguirla sobre todos los hábitos cuestionables en su propia vida. Quiere ser un buen ejemplo en Cristo (1 Tim. 4:12).
14. Es una persona dispuesta a aprender: Sabe que no lo sabe todo y está dispuesta(o) a aprender de otros todo lo que pueda.
15. Es una persona paciente: Esta virtud se desarrolla despacio después de varias pruebas de su fe (Santiago 1:2-5). Con la ayuda del Señor cuenta cada prueba "con todo gozo".
16. Es una persona que lee el Libro: La Biblia es su libro de lectura y meditación. La Biblia le da los límites de lo que hace y no hace al dirigir el cuerpo de Cristo.
17. Es una persona que perdona: No cambia de actitud al enfrentar problemas. Porque ama y cuida, continua perdonando a pesar de la actitud de los demás.
18. Es una persona que sabe delegar: Sabe que no lo puede hacer todo solo(a). Se asegura que los demás saben cómo ayudar y les da autoridad para que desempeñen bien su trabajo.
19. Es una persona de fe y confianza en Dios: Sabe que sin estas cualidades no puede agradar a Dios. Camina por fe y no por vista.
20. Es una persona que escucha: Toma tiempo para escuchar halagos y quejas. (Stgo. 1:19).
21. Es una persona de oración: Esto es vital para su fuerza y vida diaria. Sin comunicación con el Padre Celestial, el líder falla en darle a Dios la oportunidad de ayudarle.
22. Es una persona que establece metas: Sabe como proponerse metas alcanzables con la ayuda de Dios. No tiene solo planes para la iglesia, sino también planes personales para su vida y su familia.
23. Es una persona que maneja bien su tiempo: Maneja su tiempo y talentos de manera de traerle honor y gloria a Dios.
24. Es una persona que reconoce la importancia de cada miembro: Sabe que Dios ha puesto a cada miembro en el cuerpo como a Él le place (1 Cor. 12:18). Cada miembro tiene algo que ofrecer y es necesitado por los otros miembros.